jueves, 22 de noviembre de 2012

Vuelve el clásico

El sábado 24 de Noviembre Independiente y River volverán a protagonizar el clásico tras el paso del "Millonario" por la segunda categoría del fútbol argentino. La cita tendrá lugar desde las 17:15 en el estadio Libertadores de América, con el arbitraje de Pitana.
Ninguno de los dos está pasando por un buen momento futbolístico y mucho menos institucional. El visitante viene de obtener dos empates y un triunfo en las últimas fechas. La relación entre el público, el técnico y algunos jugadores no es para nada buena y la continuidad de Almeyda está pendiendo de un hilo. Hace dos partidos que no convierte y hasta el momento ha obtenido 22 puntos.
Por el lado de los de Avellaneda, la situación es aún mas complicada. Viene de tres derrotas seguidas, si se cuenta el primer tiempo disputado ante Belgrano previo a la suspensión del encuentro, y hay una gran tensión entre los barrabravas y los hinchas. Tras una pequeña racha de triunfos luego de la asunción de Américo Ruben Gallego, el "Rojo" volvió a ser el mismo de las primeras fechas; poco fútbol, falta de confianza, falta de actitud y una presión que aumenta con el paso de los días. Necesita conseguir los tres puntos sí o sí para respirar y tratar de salir de la zona de descenso directo. Casi no le queda margen de error al "Diablo" aunque, a diferencia del resto, todavía tiene 15 puntos en juego.
Una situación similar se vivía aquel 27 de Febrero de 2011, cuando por la tercera fecha del entonces Torneo Clausura River vivía sus últimos meses en primera. Dirigentes nefastos como Luis María Aguilar lo condujeron hacia un lugar muy comprometido del cuál ni el hoy muy cuestionado presidente, Daniel Passarella, ni Juan José López, técnico con el cuál finalmente descendió, pudieron sacarlo pese a la razonable campaña.
Hasta el momento, Independiente está imitando a la perfección el pésimo ejemplo de su rival. Luego de la partida de uno de los presidentes más resistidos y que más daño le hicieron al club en toda la historia, hoy en día la institución vive su momento más crítico. Pese a tener como presidente a uno de los dirigentes más honestos del fútbol argentino y por qué no del mundo, la deuda heredada de $360.000.000 y los embargos que no paran de caer en la sede de Mitre, no le han permitido al club traer jugadores de la jerarquía necesaria para afrontar un momento así. Las lesiones y los bajos rendimientos de muchos de los refuerzos que con mucho esfuerzo arribaron a Avellaneda, no le permiten al técnico encontrar un equipo ni buen juego. Tal es así que para éste partido hará 3 cambios de gran importancia; Gabriel Vallés, lateral al que el técnico apostó hasta este encuentro no formará parte del equipo inicial, al igual que Fabian Vargas y Victor Zapata. Tula y Santana serán los encargados de cubrir la franja derecha mientras que Hernan Fredes será quién acompañe a Battion en la mitad de la cancha. Además, Paulo Rosales será el acompañante de Ernesto Farías y no Vidal ni Villafañez, que se encuentra lesionado.
Por el lado de River, el "Pelado" Almeyda hará solo una variante con respecto al partido en el que su equipo igualó ante Argetinos Juniors por la fecha 16. Villalba entrara en lugar de Carlos Luna, que viene teniendo muy flojas actuaciones. Lo noticia más relevante fue que David Trezeguet ya está recuperado de su lesión crónica en el tobillo y estará sentado al lado del DT el sábado por la tarde.
De esta forma las probables formaciones serán:
Independiente: Hilario Navarro; Tula, Velazquez, Galeano, Mancuello; Santana, Battion, Fredes, Ferreyra; Rosales y Farías
River: Vega; Mercado, González Pírez, Bottinelli, Martínez; Sánchez, Cirigliano, Ponzio, Villalba; Mora y Funes Mori.
El clásico que se viene no es un partido más para ninguno de los dos y puede marcar el principio del fin tanto para Almeyda en caso de no conseguir un buen resultado como para Independiente, que debe sumar de a 3 sí o sí. Habrá que esperar...


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Una forma de explicar el medallero



Desde los comienzos de ésta competencia allá por 1859 en Grecia, el medallero final siempre tuvo como líderes a las grandes potencias. Lejos de tratarse de una casualidad, hay varios factores que provocaron y provocan que los deportistas que representan a estos países arranquen varios pasos por delante del resto. Se trata de cuestiones políticas, sociales y económicas que hacen que esto suceda.
                Si viajamos al pasado, nos encontramos con un medallero liderado por Grecia y seguido por Estados Unidos, Alemania, Francia y el Reino Unido, en ese orden, en la competencia de 1896. En 1936, los últimos juegos previos a la Segunda Guerra Mundial, nuevamente Alemania y Estados Unidos aparecían como los más ganadores, escoltados por Italia y Suecia. Doce años más tarde, en los primeros juegos post-guerra, el medallero culminaba con Estados Unidos en lo más alto, seguido por Suecia, Francia, Hungría e Italia.
                Claramente todas las ediciones mencionadas recientemente se dieron en contextos muy diferentes, pero hay algo que nunca cambió: siempre los cinco primeros puestos eran ocupados por las grandes potencias  económicas de las diferentes épocas. ¿Por qué se da éste fenómeno?
                La relación entre el número de población y el PBI per cápita es un factor clave para comprenderlo. Por ejemplo Estados Unidos, máximo ganador  de medallas en la historia de los Juegos Olímpicos y  Londres, tiene una población de aproximadamente 312.000.000 personas y un PBI per cápita de u$46715. En éste país el gobierno se encarga de becar a deportistas para que se desarrollen en sus respectivas disciplinas sin abandonar los estudios. En muchos casos se les obliga a graduarse para continuar ayudándolos en su crecimiento. En China, escolta de EEUU en la última edición, hay una población de 1300.000.000 de personas y el PBI per cápita es de u$7554. Los norteamericanos son actualmente la potencia económica más grande del mundo. China, en cambio, se ha sumado a este bloque hace menos años pero en  un futuro no tan lejano seguramente iguale a su rival. Los otros tres mejor ubicados en ésta tabla fueron Rusia, Gran Bretaña y Alemania.
                Lejísimos de estos monstruos mundiales se encuentran países como Portugal y Arabia Saudita, que finalizaron en los últimos lugares del medallero con tan solo una presea. En el país europeo ha avanzado con el paso de los años deportes como el fútbol; hoy en día cuenta con grandes figuras del ámbito internacional, que han logrado buenas actuaciones en los últimos mundiales. Con respecto a los deportes olímpicos, el gobierno no les da ningún tipo de beneficios a los atletas que lo representan y eso se ve claramente reflejado en sus actuaciones. En Arabia Saudita pasa algo similar ya que ninguno tiene un PBI per cápita bajo y la población no es menor a los 25.000.000 de habitantes. En otros países como Tayikistán, dueño del último puesto del medallero, la pobreza y la poca cantidad de habitantes no dejan chance alguna a los deportistas de aspirar a tener una buena competición. Con un PBI per cápita de apenas u$2000 y una población de aproximadamente 7.000.000, debió medirse de igual a igual ante los gigantes mencionados a lo largo del artículo.
¿Y por casa cómo andamos?

En este contexto, el desenvolvimiento de la delegación argentina no fue para nada negativo. Apenas finalizados los juegos de Londres, se escuchó en muchos medios y en la voz de varios hombres y mujeres que la participación argentina había sido un fracaso. A pocos les convenció la posición final (44), tras haber logrado preseas en 4 disciplinas. No fue malo el desempeño de los deportistas que representaron a nuestro país, pese a que se podrían haber logrado dos o tres podios más, que terminaron en diplomas. De todas formas, el deporte argentino ha crecido mucho en los últimos años. No sorprendería que en Rio 2016 se consigan cuatros o cinco medallas más que en Londres.  La intervención del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), creado por Ley Nacional en diciembre de 2009, es una de los mejores planes de ayuda a los deportistas que se han establecido en las últimas décadas en nuestro país. Éste organismo está compuesto por el Comité Olímpico Argentino y la Secretaría de Deportes de la Nación y su objetivo es financiar el deporte olímpico. ¿De dónde se sacan los fondos? La Ley Nacional impuesta dispone retener el 1% de los abonos de la telefonía móvil para destinarlo al ENARD, generando alrededor de 190  millones de pesos anuales. El 33% de ese dinero está destinado  a los deportistas, mientras que en el resto se utiliza para la capacitación de atletas y entrenadores, además de mejoras de infraestructura.
De más está decir que el PBI per cápita de Argentina no le llega ni a los talones a los de las grandes potencias (u$ 17400). Pero el plan mencionado anteriormente que se viene ejecutando desde hace ya 3 años y que promete grandes satisfacciones deja a la expectativa un buen rendimiento de nuestros atletas tanto en los próximos JJOO como en las competiciones de invierno.