Desde los comienzos de ésta
competencia allá por 1859 en Grecia, el medallero final siempre tuvo como
líderes a las grandes potencias. Lejos de tratarse de una casualidad, hay
varios factores que provocaron y provocan que los deportistas que representan a
estos países arranquen varios pasos por delante del resto. Se trata de cuestiones
políticas, sociales y económicas que hacen que esto suceda.
Si
viajamos al pasado, nos encontramos con un medallero liderado por Grecia y
seguido por Estados Unidos, Alemania, Francia y el Reino Unido, en ese orden,
en la competencia de 1896. En 1936, los últimos juegos previos a la Segunda
Guerra Mundial, nuevamente Alemania y Estados Unidos aparecían como los más
ganadores, escoltados por Italia y Suecia. Doce años más tarde, en los primeros
juegos post-guerra, el medallero culminaba con Estados Unidos en lo más alto,
seguido por Suecia, Francia, Hungría e Italia.
Claramente
todas las ediciones mencionadas recientemente se dieron en contextos muy
diferentes, pero hay algo que nunca cambió: siempre los cinco primeros puestos
eran ocupados por las grandes potencias
económicas de las diferentes épocas. ¿Por qué se da éste fenómeno?
La
relación entre el número de población y el PBI per cápita es un factor clave
para comprenderlo. Por ejemplo Estados Unidos, máximo ganador de medallas en la historia de los Juegos
Olímpicos y Londres, tiene una población
de aproximadamente 312.000.000 personas y un PBI per cápita de u$46715. En éste
país el gobierno se encarga de becar a deportistas para que se desarrollen en
sus respectivas disciplinas sin abandonar los estudios. En muchos casos se les
obliga a graduarse para continuar ayudándolos en su crecimiento. En China,
escolta de EEUU en la última edición, hay una población de 1300.000.000 de
personas y el PBI per cápita es de u$7554. Los norteamericanos son actualmente
la potencia económica más grande del mundo. China, en cambio, se ha sumado a
este bloque hace menos años pero en un
futuro no tan lejano seguramente iguale a su rival. Los otros tres mejor
ubicados en ésta tabla fueron Rusia, Gran Bretaña y Alemania.
Lejísimos
de estos monstruos mundiales se encuentran países como Portugal y Arabia
Saudita, que finalizaron en los últimos lugares del medallero con tan solo una
presea. En el país europeo ha avanzado con el paso de los años deportes como el
fútbol; hoy en día cuenta con grandes figuras del ámbito internacional, que han
logrado buenas actuaciones en los últimos mundiales. Con respecto a los
deportes olímpicos, el gobierno no les da ningún tipo de beneficios a los
atletas que lo representan y eso se ve claramente reflejado en sus actuaciones.
En Arabia Saudita pasa algo similar ya que ninguno tiene un PBI per cápita bajo
y la población no es menor a los 25.000.000 de habitantes. En otros países como
Tayikistán, dueño del último puesto del medallero, la pobreza y la poca
cantidad de habitantes no dejan chance alguna a los deportistas de aspirar a tener
una buena competición. Con un PBI per cápita de apenas u$2000 y una población
de aproximadamente 7.000.000, debió medirse de igual a igual ante los gigantes
mencionados a lo largo del artículo.
¿Y por casa cómo
andamos?
En este contexto, el desenvolvimiento
de la delegación argentina no fue para nada negativo. Apenas finalizados los
juegos de Londres, se escuchó en muchos medios y en la voz de varios hombres y
mujeres que la participación argentina había sido un fracaso. A pocos les
convenció la posición final (44), tras haber logrado preseas en 4 disciplinas. No fue malo el desempeño de los deportistas
que representaron a nuestro país, pese a que se podrían haber logrado dos o
tres podios más, que terminaron en diplomas. De todas formas, el deporte argentino
ha crecido mucho en los últimos años. No sorprendería que en Rio 2016 se
consigan cuatros o cinco medallas más que en Londres. La intervención del Ente Nacional de Alto
Rendimiento Deportivo (ENARD), creado por Ley Nacional en diciembre de 2009, es
una de los mejores planes de ayuda a los deportistas que se han establecido en
las últimas décadas en nuestro país. Éste organismo está compuesto por el
Comité Olímpico Argentino y la Secretaría de Deportes de la Nación y su
objetivo es financiar el deporte olímpico. ¿De dónde se sacan los fondos? La
Ley Nacional impuesta dispone retener el 1% de los abonos de la telefonía móvil
para destinarlo al ENARD, generando alrededor de 190 millones de pesos anuales. El 33% de ese
dinero está destinado a los deportistas,
mientras que en el resto se utiliza para la capacitación de atletas y
entrenadores, además de mejoras de infraestructura.
De más está decir que el PBI per cápita de Argentina no le
llega ni a los talones a los de las grandes potencias (u$ 17400). Pero el plan
mencionado anteriormente que se viene ejecutando desde hace ya 3 años y que
promete grandes satisfacciones deja a la expectativa un buen rendimiento de
nuestros atletas tanto en los próximos JJOO como en las competiciones de
invierno.
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